Coaching Personal
El coaching personal es el arte de
facilitar el desarrollo potencial de las personas para alcanzar objetivos
coherentes y cambios en profundidad. En este proceso, el coach ayuda a las
personas a esclarecer sus metas, ya sean personales, laborales, de relaciones
afectivas, etc., y a ponerse en camino para alcanzarlas.
"Un coach personal es tu socio en
el logro de objetivos personales. Tu entrenador en herramientas
comunicacionales y de vida, que te acompaña en la generación de cambios. Sostén
incondicional de éxitos y errores. Guía en desarrollo personal. Co-diseñador en
la creación de nuevos proyectos. Aliento en tiempos tormentosos. Es quien te
despierta cuando estás dispuesto a escuchar tu propia alarma." T. Leonard
El coaching no es psicoterapia. El
ámbito del coaching es el desarrollo personal y la comunicación.
La relación coach-coachee se establece
en un marco íntegro de confianza en el otro. El coach pone su atención en el
desarrollo de habilidades que mejoren las distintas áreas de la persona, sea en
su vida sentimental, relacional, su estado físico o la obtención de metas
personales. En ciertos momentos, ayuda a que el coachee sea consciente de sus
insuficiencias para luego estar en mejor posición frente a la consecución de
sus objetivos. El coach ayuda la persona a sacar lo mejor de sí misma y a
buscar el camino que la lleva desde donde está ahora hasta donde quiere estar.
Es la propia persona la que ya tiene
que estar motivada para desarrollarse y la que tiene que creer que puede llegar
a ser más feliz. El coach la motiva y anima en sus momentos difíciles. Lo que
hace es canalizar esa motivación para que se convierta en un trabajo
productivo. Primero se establecen las metas que se quieren conseguir, se
analiza la realidad actual y se empieza a trabajar en el plan de acción para
alcanzarlas.
El coaching es un proceso que requiere
tiempo. Conviene analizar todas las opciones que surgen en cada sesión y la
conveniencia o no de llevarlas a cabo, las opciones alternativas y el grado de
satisfacción de la propia persona al tomar la decisión de cambiar una actitud o
poner en marcha un nuevo proyecto. Ese es el modo en el que conjuntamente se
siente que la persona se está desarrollando como desea o no. Si en el proceso
la persona cree que su meta inicial ya no le satisface, es ella quien la
cambiará o adaptará a la nueva situación.
¿A quién se dirige?
A todas las personas que quieren
mejorar su calidad de vida, su liderazgo personal y sus relaciones
interpersonales.
A las personas que quieren realizar un cambio personal o profesional.
A las personas, jóvenes y adultas, que quieren iniciar una carrera y/o priorizar una elección vocacional.
A las personas aquejadas de dificultades en la salud por padecimientos crónicos.
A las personas que han sufrido pérdidas: divorcios, muertes.
A las personas que atraviesan una crisis de identidad ligada a procesos de cambio: envejecimiento, menopausia, conflictos de pareja, conflictos familiares, relación conflictiva con hijos o padres, etc.
A las personas que quieren mejorar su propia motivación.
A las personas que quieren desarrollar su potencial creativo e intuitivo.
A las personas que quieren desarrollar la alegría sin objeto, como estado de conciencia del propio sujeto.
A las personas que quieren realizar un cambio personal o profesional.
A las personas, jóvenes y adultas, que quieren iniciar una carrera y/o priorizar una elección vocacional.
A las personas aquejadas de dificultades en la salud por padecimientos crónicos.
A las personas que han sufrido pérdidas: divorcios, muertes.
A las personas que atraviesan una crisis de identidad ligada a procesos de cambio: envejecimiento, menopausia, conflictos de pareja, conflictos familiares, relación conflictiva con hijos o padres, etc.
A las personas que quieren mejorar su propia motivación.
A las personas que quieren desarrollar su potencial creativo e intuitivo.
A las personas que quieren desarrollar la alegría sin objeto, como estado de conciencia del propio sujeto.
El proceso suele durar de ocho a
treinta y dos sesiones de 55 minutos, aunque no hay nada establecido al
respecto. El período entre sesiones es fijado de mutuo acuerdo, siendo seis
meses un período medio para completar el proceso. El tiempo entre sesiones
puede ser entre 7 y 15 días.
Conocerse mejor, aprender a identificar el “saboteador interno” (esa voz que nos dice que no servimos para nada, que somos inútiles, o que nunca lo conseguiremos…), disfrutar del presente, aumentar la confianza, fortalecer la autoestima, gestionar mejor el tiempo, establecer prioridades para alcanzar las metas, escucharse, conseguir un mayor equilibrio entre las distintas áreas de la vida (trayectoria profesional, entorno físico, salud, familia, ocio, relaciones amorosas, dinero, desarrollo personal, amistades), mejorar la comunicación y los vínculos con los demás, reorganizar el día a día, aprovechar la vida… la lista es tan infinita como nuestras propias posibilidades.
Si usted vive fuera de Barcelona o de París, y no puede o no quiere desplazarse presencialmente para acudir a sus citas, se pueden desarrollar las sesiones a través del sistema Skype.
Este sistema tiene un coste de comunicación nulo si se tiene instalado ADSL y proporciona una gran facilidad para mantener videoconferencia con la cámara web incluida en el ordenador.
Las sesiones por Skype se desarrollan igual que las sesiones telefónicas. Tienen una duración de 55 minutos.
La primera cita, al igual que en la forma presencial, es de 20 minutos y es gratis.
Tras algunos años trabajando vía Skype he llegado a la conclusión de que para muchas personas, es más provechoso mantener sesiones por videoconferencia que presenciales.
Personas que no se sienten del todo cómodas en una entrevista cara a cara pierden esa inhibición frente a su ordenador. El hecho de que el coach esté encuadrado en un espacio preciso y familiar – el propio ordenador de la persona – da al coachee una sensación de tranquilidad, de seguridad y de control que resulta ser muy importante a la hora de trabajar. Hay palabras que uno puede formular más fácilmente frente a una pantalla. El coach es a su vez puesto a distancia e integrado en el espacio íntimo de la persona que, la mayor parte del tiempo, se conecta desde su casa.
Asistimos entonces a una toma de palabra más rápida y más directa, el coachee está más concentrado y a menudo da fe de un espíritu más sintético.
Confiada y tranquila por el marco en el cual realiza su comunicación, la persona, de modo general, demuestra desenvoltura y una gran libertad de palabra.
El duelo es un proceso natural de cicatrización necesario para el restablecimiento de nuestro equilibrio interior. Se produce solo, en todos los seres humanos, después de la pérdida de un ser querido.
Podemos comparar este mecanismo de nuestra mente a lo que hace el cuerpo cuando ha sufrido un traumatismo como por ejemplo la rotura de una pierna. Aquí también la cicatrización es un proceso natural.
La cuestión es ¿de qué forma vamos a cicatrizar? En el caso de la pierna, ¿vamos a dejar que los huesos y los tejidos se vuelvan a juntar al azar, de cualquier manera, o vamos a darnos los medios, aunque requiera tiempo y nos duela mucho, para que la pierna se cure correctamente?
El trabajo de duelo permite canalizar el sufrimiento y avanzar hacia la cicatrización real de la herida interior.
- Reconocer la realidad del fallecimiento de la persona desaparecida
- Vivir las emociones del duelo: Reconocer las emociones y expresarlas
- Desarrollar nuevas habilidades y reconstruir aspectos del mundo interno dañados o necesitados de fortalecimiento
- Preservar de forma adecuada el lazo con la persona fallecida
- Desarrollar otro modo de vincularse al mundo y al otro
El trabajo de duelo requiere tiempo.
Suele tardar de uno a dos años, y en ocasiones varios años más.
El estrés crónico
El proceso de duelo genera en nosotros
un estrés crónico que repercute directamente en nuestra salud.
Nos encontramos a la vez exhaustos y muy agitados, confusos, padecemos varias enfermedades debidas a la bajada de nuestro sistema inmunitario, perdemos el apetito, digerimos mal, nos cuesta concentrarnos, nos falla la memoria… todo esto es normal. Se trata de una reacción biológica del cuerpo.
Otro aspecto del trabajo de duelo es que hacernos más conscientes, nos ayuda a desarrollar nuestra capacidad de gestión del estrés.
Nos encontramos a la vez exhaustos y muy agitados, confusos, padecemos varias enfermedades debidas a la bajada de nuestro sistema inmunitario, perdemos el apetito, digerimos mal, nos cuesta concentrarnos, nos falla la memoria… todo esto es normal. Se trata de una reacción biológica del cuerpo.
Otro aspecto del trabajo de duelo es que hacernos más conscientes, nos ayuda a desarrollar nuestra capacidad de gestión del estrés.
COACHING ENFOCADO EN SEPARACIÓN Y/O DIVORCIO
Una mala relación es como escalar una montaña, día
a día vamos subiendo y subiendo con nuestra pareja hacia el pico y nos
encontramos con todo tipo de adversidades, nubes, tormentas, truenos, fuertes
vientos, pero continuamos subiendo y subiendo... Tratamos por todos los medios
de continuar escalando, colaborando en equipo, pero llega un día en que la
tormenta es tan grande que nos resulta totalmente imposible continuar y
finalmente nos retiramos.
No veas el divorcio como un fracaso sino como el
principio de una nueva etapa en tu vida, donde en vez de una montaña será un
prado...
Entiendo cómo te sentirás en estos momentos, pues
tenías todas tus ilusiones puestas en esa relación, habías puesto todo de ti,
le habías dado todo tu cariño, le habías ofrecido todo tu amor, habías dedicado
mucho tiempo de tu vida y te habías esforzado al máximo para que esa relación
funcionara, pero TU VIDA, NO ha acabado, aunque así lo sientas, NO HA
TERMINADO, SINO QUE COMIENZA UNA NUEVA ETAPA MUCHO MEJOR QUE LA ANTERIOR,
TE LO ASEGURO!!!
Diciendo estas palabras, me hace recordar que tras
la separación con mi ex marido sintió que
su vida no tenía sentido sin su pareja... Ella era una persona muy
dependiente, dependía de él para TODO y cuando la dejó, pensó que no podría
hacer nada sin él... - Qué equivocada estaba; Me decía yo 6 meses
después de la separación.
LA CLAVE DE TU FELICIDAD ESTÁ EN TI
Cuando tomas conciencia de que TODO TERMINÓ y que
TÚ y solo TÚ eres la clave para tu felicidad, que NO necesitas a tu pareja
para ser feliz, que la felicidad depende de TI y no de tu anterior relación,
AHÍ comenzará tu nueva vida.
Deja de fantasear con él/ella, no continúes con
tus fantasías e ilusiones de querer volver con esa persona algún día, porque si
continúas con ello, NO te sentirás bien jamás...
A C E P T A de que todo TERMINÓ, que eres LIBRE
para buscar a otra persona que te haga vibrar, que te haga sentir vivo/a, que
te haga feliz... Incluso te puedo asegurar que la persona que encuentres será
mejor, no porque sea adivina, sino
porque encontrarás a alguien que te respete, te valore y te quiera tal y como
eres.
Esta persona que te abandonó, NO MERECE TUS
LÁGRIMAS, tú vas a ser muy feliz en tu vida de ahora en adelante, tanto si
decides encontrar a alguien, como si no.
Date el tiempo suficiente para sanar primero y
después enfócate en pensar si te gustaría vivir en pareja nuevamente y cómo lo
querrías esta vez.
¡NO TENGAS MIEDO A VOLAR, A COMENZAR TU NUEVA ETAPA LIBRE!
El miedo a lo desconocido y a los cambios es muy
normal y es un factor importante de estrés tras una separación. Por tu cabeza
aparecerá todo tipo de preguntas ¿Qué sucederá ahora? ¿Cómo voy a enfrentar
todo esto yo solo/a? Todos esos temores tienes que superarlos...
Y para eso estoy yo aquí, el coach te ayudará a…
también es importante apoyarte en familiares y amigos
Algo que funciona muy bien, es escribir en un papel
anotando todos tus pensamientos, sentimientos y creencias, con el objeto de
sacar todos tus temores y hacerles frente.
Puede que entre esos temores esté la inseguridad
financiera, que tengas miedo de no llegar a fin de mes, pero ten esperanza de
lograr salir adelante, busca la positividad en tu vida, no te centres solo en
lo malo, sino en lo beneficioso de toda la circunstancia.
El miedo NO es tu amigo, no es
tu aliado, por ello tienes que librarte de él...
CIERRA LOS OJOS
Cierra los ojos y visualízate a ti mismo/a en una
gran y preciosa mansión (casa) con todas las puertas y ventanas abiertas, si
está cerrada, visualízate abriéndolas, te entra una maravillosa brisa, claridad
y bienestar en todo tu cuerpo... ¡Inténtalo!
Puedes estar solo/a por algún tiempo, podrás estar
deprimido/a pero piensa que todo esto que experimentas es MOMENTÁNEO que
todo pasará, que dentro de un tiempo te encontrarás bien y MEJOR!
Prepárate para el cambio, reconoce que se
producirá, busca un apoyo
para poder afrontarlo mejor y recuerda que NO ES MALO.
Tienes que
ser optimista y pensar que el cambio que ahora experimentarás será positivo
para tu vida.
Encuentra tareas para distraer tu mente y así
enfocar hacia otros lados... Si el recuerdo de tu pareja te viene a tu mente,
rápidamente piensa en otras cosas y no te dejes llevar por la melancolía.
Distráete llama a tus amigos o familiares y realiza actividades (Sin alcohol o
cualquier tipo de sustancias)
Conseguirás encontrarte mejor cuando dejes de
pensar que eres la víctima de todo lo que te sucede, consiste en tener una
mente consciente y equilibrada. Algunas personas necesitan sufrir algún tipo de
dolor o suceso para lograr madurar…. Cuando todo esto pase, habrás logrado
madurar un poco más, serás más fuerte te lo aseguro.
NO APLACES TU FELICIDAD
Una gran mayoría de personas divorciadas o
separadas, dejan su felicidad hasta alcanzar diferentes metas "Seré feliz
cuando encuentre a otra persona que me haga sentir" "Seré feliz
cuando termine el divorcio y tenga todo ordenado en mi vida" "Seré
feliz cuando tenga la custodia de mis hijos" etc.
NO APLACES
TU FELICIDAD, NO LA POSPONGAS NI SABOTEES... De verdad, serás feliz cuando TÚ
tomes conciencia de que quieres serlo, cuando no dejes tu felicidad en manos de
terceras personas, pues la felicidad no es una habilidad ni adquisición y sobre
todo NO depende del exterior, sino de cada uno de nosotros.
La felicidad está en el día a día, está en el HOY,
está en el AHORA. ¿Vas a continuar saboteando tu felicidad o vas a comenzar a
ser feliz desde ahora mismo?
¡Busca en tu interior razones
para ser feliz!
LOS HIJOS EN EL DIVORCIO O LA SEPARACIÓN
¿Tienes hijos?
Los hijos es el motivo PRINCIPAL que hay que tener
en cuenta en un divorcio. Ellos pueden sentirse angustiados, desesperados y
perdidos. Cuando un niño sufre la separación de sus padres, la depresión puede
aparecer en muchos de los casos, porque ellos se pueden culpar de la disolución
del matrimonio.
Según estudios nacionales sacaron en conclusión:
Que sufren un 40% más ansiedad los niños menores de
18 años después de un divorcio. Que hay una posibilidad del 50% de recurrencia
a la depresión si la relación entre sus padres no mejora y que el 75% de los
niños menores de 18 años afirman que prefieren vivir con otros familiares, a
soportar el trauma que conlleva el divorcio con padres competitivos.
Lo mejor que puedes hacer es apartar de las
discusiones a los hijos, para causarles el menor daño psicológico posible.
Según estadísticas y estudios realizados, más del
50% de las personas que se divorciaron, las discusiones y conflictos lo
realizaron delante de sus hijos. Estos altercados, pueden hacer más daño de lo que
piensas a los hijos, causándoles serios problemas, que pueden ir desde la
incitación a la agresión, hasta la falta de autoestima y falta de confianza en
ellos mismos.
Incluso hay veces que los padres los obligan a
tomar partido en sus riñas, considerando la "Lealtad" de sus hijos,
subiendo el problema psicológico para los niños a niveles inalcanzables y
rompiendo la seguridad emocional, pues ellos sienten que no pueden estar
seguros con ninguno de ellos.
Intentar provocar el mínimo dolor posible a los
hijos ¿Cómo? Habla SIEMPRE bien del otro cónyuge, aunque no tengas
motivos para ello, porque hablándole mal a los niños, tanto de su padre, como
de su madre, solo les ocasionarás DOLOR.
Cuando ellos sean mayores ya entenderán las razones
del divorcio.
Crear una relación con su ex aunque ahora ya no
son matrimonio o pareja, continuan siendo PADRES y por ello, debes tener fuerza
para entablar una relación buena, por el beneficio de los hijos en común y
establecer un vínculo entre los dos.
Intenta ser tolerante, intenta ponerte en los ojos
de tu hijo, mirar desde su perspectiva y no te dejes llevar por la rabia que
sientes hacia tu ex-pareja... Piensa en lo difícil que será para ellos.
Para los PAPÁS
Papá, si piensas que ya no podrás estar con tus hijos...
Escucha atentamente, NO LO PIERDES! Tu hijo SIEMPRE
será TUYO... Ahora no podrás estar con él todo el tiempo que te gustaría y esto
te causa dolor, lo entiendo, no puedes hacer nada al respecto, solo puedes
mirar las opciones positivas en tu vida y aprovechar al máximo el tiempo que
puedes disfrutar de tus hijos, pues esto no depende de ti.
Ayuda a tu mujer económicamente para que tus hijos puedan estar en buenas condiciones y no les falten de nada.
Para las MAMÁS
Mamás, nosotras somos las que nos quedamos (Casi
siempre) con el bien más preciado del matrimonio, es decir, con los hijos y por
ello a veces podemos cometer algunos errores...
Mamá, deja a tu ex-marido que disfrute con sus hijos y
no intentes hacerle daño usándolos, pues ese dolor tiene daño colaterales hacia
tus hijos. Respira lenta y profundamente e intenta relajarte y ponerte en su
lugar, en el lugar de él... Aparta el rencor que tienes, es decir, cuando lo
veas, tienes que ver a un PADRE, NO a un ex-marido. Algún día tus hijos y tú
misma te lo agradecerás.
Céntrate y focaliza tu nueva vida llena de plenitud y felicidad con tus hijos.
La vida solo se vive una vez y
depende de TI el disfrutar cada segundo de tu vida o no hacerlo.
Piensa que buscar
ayuda es un signo de FORTALEZA y NO de debilidad y por eso has leído estas
palabras... Es el primer paso para tomar el control de tu vida.
SOLTAR LA RABIA
Y EL DOLOR.
Consiste en ir dejando salir el resentimiento, expresando la rabia, siendo conscientes del dolor.
La fórmula que recomiendo, es escribir un poquito cada día, recoger en palabras esa rabia y ese dolor, vivirlo y sentirlo conscientemente, eso sí, “sin meterse en el drama”.
Se trata de tomarse un tiempo cada día para escribir todas las emociones negativas de nuestra experiencia – sólo un ratito – y luego quemarlo o tirarlo por la cisterna, sintiendo cómo el fuego o el agua limpian esa emoción.
PEDIR PERDÓN, SIN TENER QUE CITAR FÍSICAMENTE A NADIE.
No hay que pedirle perdón físicamente a nadie para decir que te perdono o que me perdones.
SENTIR Y EXPRESAR EL PERDÓN DESDE EL CORAZÓN.
Se trata de llevar el perdón de la cabeza al corazón. La gente entiende que uno tiene que citar a alguien para hablar de lo ocurrido y pedir/recibir perdón. Sin embargo, desde mi perspectiva ese tipo de acciones puede ser un buen ejemplo de un perdón de cabeza. Cuando se perdona desde el corazón no hace falta citar a nadie.
Perdonar desde el corazón consiste en soltarlo todo y esto solo lo puedes hacer si eres capaz de abandonar el resentimiento y pasar el capítulo.
Y ojo a las señales que indican que no se ha perdonado desde el corazón. Una de las cosas más comunes con las que podemos identificar que aún el perdón no ha llegado a nuestro corazón es cuando sentimos o pensamos: “Perdono pero no olvido”. La incapacidad de olvidar es una manifestación de que no se ha perdonado. Cuando has perdonado, lo malo se olvida y se mantiene lo bueno.
PERDONARNOS A NOSOTRO/AS MISMO/AS.
Esto es lo que más cuesta cuando somos conscientes de la responsabilidad que tenemos en lo ocurrido. Y es que nosotros/as hemos permitido en nuestra relación todo lo que ha sucedido, lo bueno y también lo malo y somos 100% responsables de las cosas que nos han pasado, puesto que nosotros/as hemos tenido una presencia y un protagonismo, hemos estado presentes en esa relación.
Es el paso que más cuesta, el perdón para con nosotros/as mismo/as
ACEPTAR Y DAR LA BIENVENIDA.
Aceptar significa sentir que ha sido un tiempo de nuestra vida que ha terminado y que empieza otra etapa, estar convencido/as que hemos compartido la vida con otra persona, por un tiempo, y que ha habido tanto bueno como malo, aunque ahora no lo veamos. Y comenzar a sentirnos que vivimos y que vamos a llevar una nueva etapa de nuestra vida con toda la alegría que eso conlleva.
En todo este proceso se puede sentir miedo, miedo al cambio y a lo desconocido. El miedo nace de la incertidumbre acerca de lo nuevo y de la idea de separación en la que nos han educado, haciendo que nos creamos incapaces y tengamos miedo a la soledad.
Ese sentimiento procede de la falta de amor propio de las personas, gente que no se ama a si misma porque no ha aprendido a disfrutar del valor de estar con un mismo. Y es que “uno no está solo si se siente conectado con el planeta tierra, con la naturaleza, con el universo, con el amor que nos envuelve”.
Y, ¿qué pasa cuando una de las partes está predispuesta al cambio y trabaja el perdón, pero se sigue encontrando en el otro un constante potencial de conflicto? En primer lugar, uno/a tiene que asegurarse de avanzar, de tomar conciencia acerca de dónde se equivocó, de cuáles fueron los errores de ambos, para poder salir de las situaciones conflictivas.
Si a pesar de hacer este trabajo personal uno/a sigue teniendo problemas con su expareja, caben dos posibilidades. Una es que los conflictos sean formas de manifestar un apego que sigue existiendo, una forma de amarrar a la otra persona, de no dejarle ir de nuestra vida porque no estamos preparado/as aún para despedirnos de esa relación y preferimos seguir manteniéndola en forma de conflicto.
La otra opción es que una persona se lo esté trabajando, pero la otra no. De esta manera, no se va a poder cerrar la relación, puesto que mientras se siga teniendo un vínculo, se sigue manteniendo ese conflicto. Aunque este sea el caso, no hay que dejar de hacer “su parte del trabajo”, puesto que aunque no revierta directamente en la relación con el/la ex, sí que repercutirá en nuestros hijos.
Desarrollándonos y evolucionando en el ámbito personal estaremos trabajando por la libertad de nuestros hijos, rompiendo patrones antiguos y creando nuevas formas de relación, desde el amor, el respeto y la libertad.
El apoyo exterior tiene que tener una característica muy importante: ser auténtico y honesto. En este sentido, las personas que nos rodean en ese momento, nos tienen que dar su apoyo y compartir con nosotros de una manera sincera. La gente que nos quiere es capaz de compartir todo con nosotros, no sólo que uno/a es bueno/a y el otro malo/a. y es que no hay nadie bueno ni malo.
Todos somos partícipes de las experiencias que vivimos y responsables de tenerlas tal y como son, de mejorarlas o de abandonarlas; aunque para ello carezcamos de un “manual de instrucciones y muchas veces no sabemos relacionarnos con los demás”.
Hemos venido al mundo a compartir momentos en esta tierra y se trata de disfrutar de los regalos que se nos ponen delante. El objetivo va a ser siempre ser feliz y para ello es imprescindible amarse a uno/a mismo/a.
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